Materiales psicoeducativos

El presentismo es un fenómeno generalizado por el cual un/a empleado/a va a trabajar a pesar de sus problemas de salud. El hecho de que un/a empleado/a enfermo/a se presente en el trabajo depende de muchos factores.

Las razones más comunes para ir trabajar a pesar de una condición de salud son:

• el miedo a no tener tiempo para ponerse al día,
• la posibilidad de perder el empleo o parte de los ingresos por ausentarse del trabajo,
• el miedo a perder clientes, incumplir y reducir los ingresos de la organización,
• la renuencia a sobrecargar a los/as compañeros/as de trabajo con sus tareas o una falta de sustitución.

Por tanto, cuanto mayor sea la pérdida por absentismo laboral, mayor será la probabilidad de realizar tareas profesionales a pesar de la mala salud.

La decisión de "ir a trabajar o quedarse en casa" también depende de:

• el tipo de condición médica, la gravedad de los síntomas y cuánto obstaculizan el funcionamiento normal;
• la autoevaluación de la salud;
• los hábitos y las actitudes hacia el trabajo y los/as empleadores/as (lealtad, sentido de responsabilidad, implicación excesiva en el trabajo),
• la capacidad de hacer coincidir el trabajo (tipo de tareas, cómo se realizan) con la propia capacidad actual.
• la política de la organización (por ejemplo, la tolerancia a la ausencia de los/as empleados/as, el cuidado de la salud y la seguridad del personal);

Cuanto menos molestos sean los síntomas y más motivados/as estemos para trabajar, más probabilidades tenemos de ir a trabajar a pesar de padecer una condición médica. No se puede afirmar claramente si el presentismo es un fenómeno positivo o negativo. La carga de trabajo excesiva de un/a empleado/a enfermo/a podría reducir la capacidad del cuerpo para regenerarse y potencialmente empeorar la condición, extender su duración, aumentar el riesgo de problemas de salud y de agotamiento laboral.

Sin embargo, si los síntomas de tu enfermedad tienen solo un impacto leve en el trabajo o si es posible cambiar de trabajo temporalmente, entonces asistir al trabajo puede ser beneficioso para el/la empleado/a y la organización. Esta solución minimiza los costes asociados con la ausencia del trabajo, y permite la participación activa en la vida social, lo que aporta motivación para cuidar mejor de la salud. Por otro lado, si la presencia en el trabajo estando enfermo/a se siente obligada, puede ser señal de un proceso insalubre que agota nuestros recursos.