Estrés traumático

Las personas, tanto en su vida privada como profesional, experimentan situaciones dramáticas con las que les resulta difícil lidiar. Este tipo de eventos traumáticos tienen un gran potencial para causar sufrimiento psicológico. Los eventos traumáticos se definen como cualquier situación en la que existe una amenaza grave hacia la vida o la salud de un/a individuo/a o personas cercanas a él/ella. Son situaciones en las que nos enfrentamos a la muerte o al sufrimiento físico y mental. Por lo general, estos eventos son difíciles de prever o incluso impredecibles. Por eso, cuando ocurren eventos traumáticos, solemos decirnos: “no puede ser verdad”, “algo así no nos puede estar pasando”.

El riesgo ocupacional de experimentar eventos traumáticos está presente principalmente para las personas que trabajan en los servicios de emergencia (bomberos/as, médicos/as, enfermeros/as, paramédicos/as, equipos de rescate especializados, policías y funcionarios/as penitenciarios/as, fiscales y soldados/as). En estas profesiones, las personas se enfrentan a la crueldad, a las víctimas gravemente lesionadas de accidentes y de desastres, arriesgan su propia vida para ayudar a otros/as, participan en acciones que ponen en riesgo la vida o la salud, trabajan con personas peligrosas o agresivas.

Sin embargo, el estrés traumático también puede afectar a otras profesiones, como trabajadores/as de la producción, maestros/as, dependientes/as de tiendas, entre otros, cuando se experimentan accidentes graves, asaltos, robos, desastres tecnológicos / naturales, etc.

Tales eventos desencadenan toda una cadena de reacciones psicológicas y fisiológicas, que son una respuesta normal a situaciones de gran amenaza.

A veces, sin embargo, la fuerza de esta reacción es tan intensa que se necesita una consulta especializada (psicólogo/a, psiquiatra), cuyo objetivo es reducir la gravedad del sufrimiento experimentado.

Por lo general, nos suele parecer que estos acontecimientos terribles podrían haberse evitado, o sentimos que no deberían habernos sucedido. Estos hechos nos dejan recuerdos desagradables y dolorosos, ansiedad e incertidumbre.

Para muchas personas que han experimentado eventos traumáticos, el período más difícil es "salir" de la situación amenazante, cuando lo peor ya ha pasado y todavía se sienten emociones fuertes. Todo el mundo espera que estemos bien, después de todo, sobrevivimos a lo peor, pero a menudo todavía nos sentimos mal y podemos intentar ocultárselo a otras personas, incluso a nuestros seres queridos, por miedo a lo que estamos viviendo. A veces, simplemente nos da vergüenza pedir ayuda a otros. Si has vivido una situación como esta, o conoces a alguien que la ha vivido, la información e instrucciones mencionadas aquí te ayudarán a tener una mejor comprensión de las reacciones emergentes, y también aprenderás qué esperar y qué hacer.

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